3.6.08

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A veces, me pregunto qué hago aquí. No es un aquí de la vida, ni de Madrid, ni un aquí de cansancio o de tristeza. No. Es una pregunta sin más, de esas que salen de dentro cuando vas a la cocina a beber algo o cuando te paras en la puerta de tu cuarto sin saber qué ibas a buscar. Hoy me volvió a pasar, cuando subí al coche, cuando cerré la puerta, cuando arranqué. Pensé en el porqué de volver, en las cosas que me atan a exactamente no sé dónde, en los sinsentidos de la vida, en las palabras que hieren y en las que te hacen sonreír, vengan de quien vengan. Pensé en quedarme. Para siempre. Pero no lo hice y aquí estoy, a las tres y diez de la mañana, hipotecada emocionalmente para no traicionarme. Tomando café. Tratando de ser consecuente con una decisión que tomé en algún momento, una decisión inconsciente, no-pensada, impulsiva y sin retorno aparente. Como todas mis decisiones. Tratando de no bajar los brazos, de ser fiel a algo que aún no sé bien qué es y supongo que esa es la magia. Seguir jugando “en los columpios y tirar migas de pan al agua”.

Porque, de repente, hay personas, hay textos, hay palabras que marcan un punto de inflexión y cambian el rumbo de una noche, aunque nunca lo sepan…

… esto es una declaración de amor

a la gente que nos despide de un fin de semana largo con lágrimas en los ojos
… y besos en el aire
a esos seres especiales que nos conocen casi desde siempre [y aún no nos han abandonado]
… y a los que nos conocen desde hace un rato
a todo lo que se va quedando en el camino
… y a todo lo que encontraremos en él

5 comentarios:

Anónimo dijo...

te falta título,
debería de estar ahí tu nombre y el suyo...


me tengo que ir, te he dejado café recién hecho en la mesita, no te quise despertar aunque lo primero que quise es hacerlo para hacerte el amor.




buenos días.

violetazul dijo...

Yo tampoco sé por qué estoy aquí, pero sé que no me voy por esos seres que me conocen de toda la vida, o por ese que me acaba de conocer y que ya impide que me mueva..
Besos

Anónimo dijo...

tú me convences

David Miranda-Torres dijo...

Nuestro destino es como un árbol de frutas en invierno. ¿Quién piensa que esas ramas florecerán algún día? Esperamos que así sea, pero no desesperamos porque sabemos que así será.(Goethe)

Un abrazo fuertote... D;-)

Adijirja dijo...

No nos queda más remedio: eso es vivir. Por los que están. Pero también por nosotros.