20.12.06

Tim Burton



Aunque suene a tópico... aunque estos días no se vaya a oír otra cosa en los ascensores... aunque cambiemos la conversación sobre el tiempo para desear por los demás...


¡¡¡FELIZ NAVIDAD!!!

¡¡¡FELIZ 2007!!!


De corazón... que nada borre vuestras sonrisas... que nada os haga llorar... que nadie os robe los sueños... que todos vuestros deseos se cumplan...

jekyll & hyde

Monta en metro tres veces por semana... viaje largo... a hora por trayecto... ida, y vuelta...

Viste jersey de Zara... cuello de pico y camiseta de tirantes... cuando parpadea, hace juego con la sombra de ojos... pantalón pitillo... y, como manda la moda que detesta, encima de ellos, botas altas de tacón de aguja... nunca demasiado alto... sólo lo justo... completan el kit de la bella dama unos pendientes largos, abrigo y bolso del color predominante en el atuendo del día...

Usa, normalmente, carita de ángel... la verdad es que le ayuda bastante su pelo rubito y rizadito... ya le llega a la cintura, incluso recogido... resalta sus ojos, cual jugador de rugby, con lápiz marrón... ahora también usa brillo de labios... rosita, casi imperceptible...


* * * * * * * * ¿la pija ('pobre') perfecta? ¿la niñi(a)ta de papá y mamá? ¿la amiga repelente que jura por la cobertura de su móvil? * * * * * * * *


Si la ven, no se dejen engañar... Incluso cuando estudia, tiemblan las paredes de la habitación por el volumen de la música... Saluda diciendo ¡wooh-hoo! y le falta levantar los dedos... Adora las espadas y las katanas... Vendería su alma al diablo (creo yo) por pasar una noche con Robert Flyn (voz de Machine Head)... No soporta los cantantes comerciales, odia a Alejandro Sanz y a David Bisbal (y similares) y define como 'demasiado empalagosas' (eso cuando está de buen humor) las letras de Rosana... Prefiere cantar, por ejemplo, High way to hell... Esta tarde, en su mp3, los viajeros de las líneas 12 y 10 habrán podido escuchar las canciones de Blind Guardian, Tierra Santa, Judas Priest, Hamlet, Dio, Pantera, Rage y Rainbow... Ahora mismo, cuando pasa la medianoche, mientras mi hermano se deleita con su adorado El Larguero y yo con un mucho más calmado Antonio Vega, el angelito lee el DSM-IV y mueve la cabeza al ritmo (yo diría de los gritos) de Helloween...


P.D. Sé que hoy has vuelto triste... no hace falta que lo digas... ni que lo escribas... ni que lo llores... ni que lo ocultes tras ese ruido insoportable (jejeje)... ni que me digas por qué... Yo sólo sé que te he arrancado una sonrisa... Qué, ¿te sientes identificada, enana? Un besoteeeee

19.12.06


Que no había sufrido. Que no había sentido nada. Que no se inmutó. Que los rasgos de su cara sólo dibujaron indiferencia. Que su corazón era de piedra. Que el chiquito loco, el que oye las voces, lo había certificado abriendo su pecho en dos. Que ni siquiera brotó sangre de su cuerpo inerte. Que una vez vendió su alma al diablo a cambio de regresarla. Que aquello sólo podía ser cosa de brujas. Que estaba bien hecho. Eso es lo que decían los corrillos de viejas urracas a la salida de misa de ocho. Pero yo no lo creo... Algo se debe sentir... aunque sea tristeza... cuando te matan por segunda vez.

13.12.06

Es curioso... oí a alguien decir que había dejado de leer libros de Cortázar para que no se le acabasen nunca... por la noche, alguien me confesó que había tratado de no encariñarse mucho con la nueva música de Antonio Vega, con la única razón de no coger aprecio a quien se va en nada... Junto a Tu llamada, encontré esto...


TREN LITERA (Antonio Vega)

Cuando aún no son las cuatro de la mañana, el frágil sueño de Aldo se ve roto por un extraño y frío ruido metálico. Enciende un rato la luz y el silencio vuelve a brillar. Todavía con los ojos pegados deja escapar una leve e improvisada sonrisa, detrás de la cual se encuentra el pleno sentido de un mundo de timbres, tonos y armónicos mezclados entre montones de cables liados por el suelo junto al título de canciones y letras, en un irracional anacronismo. En este momento Aldo recupera el sueño y la caricatura de un local de ensayo, aparece ante él de forma grotesca, contorneándose las líneas rectas, redondeándose las esquinas y en la inquietud de su sueño todo cobra un ligero movimiento de vaivén. Como en la salida de un túnel, reviven la luz, los colores y el pasar del tiempo, en forma de monótonos postes de alta tensión, como segundos acelerados e inexorablemente ciertos. Más allá del tiempo, las imágenes, furtivas aquí y estáticas allí, se traducen en palabras y frases ordenadas, componiendo un mundo onírico excitante, cálido y calmo.

Entre los árboles nadie le acompaña pero no está solo. En la carretera todos le acompañan y se siente solo y en medio, un descampadodonde nadie le acompaña y está solo. No ha de doler la picadura de la avispasino molestar. No ha de molestar la picadura de la abeja sino ser la advertencia a un mal gesto. Tiempo quieto, horas tranquilas líneas rectas de horizontes, campos. Historias propias de un día de otro día originales. Una imagen cautiva en un puño cerrado cogida al vuelo y por los pelos. Los pelos enredados entre los dedos. O el escalofrío de los dedos entre los pelos. Mano inquieta sin guanteen un bolsillo lleno de bruma de un pantalón, casi hasta el nudo que cayó desde la garganta pero al que nunca dio la patada definitiva. Esto, lejos de parecer trágicono es, sino la parte de abajo de un traje encajado a medida de unos gestos y de una forma de hombros.

El ruido del tren traqueteando no volvió a despertar a Aldo, que siguió perdido tras los postes en alguna parte del horizonte inmóvil.

8.12.06

Palillo y Cerilla enamorados [Stick Boy and Match Girl in Love]


Palillo quería a Cerilla
con un amor muy vehemente.
Amaba su delgadez
que veía muy ardiente.

Entre Palillo y Cerilla
¿puede arder una pasión?
Así fue. Y en un segundo
ella lo volvió carbón.

Pues lleva usted razón... ¡qué carajo!... en eso de que acabo de traicionarme por la espalda y a la más mínima de cambio... para esto no hace falta que me pase el día quejándome del rey que perdió el Imperio Español (jeje)


[Stick Boy liked Match Girl,
he liked her a lot.
He liked her cute figure,
he thought she was hot].

[But could a flame ever burn
for a match and a stick?
It did quite literally;
he burned up pretty quick].

La melancólica muerte de Chico Ostra. Tim Burton

6.12.06

moonlight shadow

Hablé hasta que fue demasiado temprano para decir "buenas noches"... Lloré hasta decir basta, hasta que mis ojos hinchados enrojecieron y mi mente cayó rendida... Dormí sin haberme metido en la cama, sin limpiarme el maquillaje deshecho por las lágrimas, abrazada al libro sin lograr saber qué cuento debía aplicarme... Quizás a mí me faltó eso, que me dijeses "adiós con la mano, muchas, muchas veces".

5.12.06

Nueva Orleáns, años 20

Laissez les bontemps rouler (Dejad que los buenos momentos duren)

Te imagino mientras espero en la esquina de siempre el momento del nocturno encuentro, al amparo de la tenue luz de una calle de Nueva Orleáns, años 20... Las primeras notas de un jovencísimo Louis Armstrong se dejan oír al otro lado... Deseo con impaciencia el momento de verte aparecer... Primero serán tus pasos, después tu olor, segundos más tarde tu sombra... Hasta que te tenga enfrente... I'm a gigolo, me dirás con una irónica sonrisa de medio lado... Y casi ni me atreveré a mirarte, por miedo a que seas un sueño que aparece entre la niebla de esta noche de invierno... Pero no... Siento tu calor cuando me tomas del brazo y juntos cruzamos la calle... Nuestra mesa está ya preparada... Nuestro rincón sigue al abrigo de todas las miradas, excepto de la de Ella y Satchmo, que parecen cantar sólo para nosotros... Nuestras manos entrelazadas se acarician al ritmo de la trompeta... auguran besos...

"Sueñen. La realidad aburre"

4.12.06

untitled

"Me reí. La sensación de vacío que tenía antes tomó forma de palabras, y pensé: 'si está Yuichi, no necesito nada'"

Kitchen. Banana Yoshimoto

*****

En ese momento, envidié a Mikage... ella pudo transformar su sensación de vacío... yo lo más que supe (y sé) hacer fue intentar aplastarla a base de sonrisas inventadas, fingidas, de mirar hacia otro lado y de escribir... igual que ahora...

Dice Ángel que nada está lejos si la distancia de separación no es más de un bolígrafo. El problema es que la medida sólo sirve sobre un mapa de Albacete... y Madrid es otro mundo... y la distancia no es física... y el problema ni siquiera es la distancia...





Y claro que es cierto... A veces, no necesitamos nada más. A veces, el resto no importa. Si está él... Las hipotecas, los alquileres, los problemas para llegar a fin de mes, las discusiones, el trabajo, la falta de tiempo, de ganas... se solucionan con una mirada, con un beso, con una sonrisa a tiempo, con un chiste desde el sofá.

Albacete no es Madrid, ni París... Ni hacía falta que lo fuera... Nuestro viaje tenía otro fin... Aunque el destino estuviese a más de un bolígrafo de distancia... Al final, el paseo turístico por la ciudad fue la historia de dos: el primer restaurante, el lugar de encuentro (con Nemo incluido), los barrios de la infancia... Y así fue cómo una ciudad a priori normal cobró su magia.

Me alegré de volver a verte, mi niña... de poder compartir contigo un trocito de tu nueva vida; de verte reír a carcajadas de nuevo; de recordar frente a un vaso, esta vez medio lleno, aquellas tardes de universidad... Parece mentira cómo ha pasado el tiempo... y algunas cosas no cambian nunca (sí, ya sé, como mi cara y mi sonrisa y mi 'despreocupación')... Otras sí... Pero para mejor...

No des vueltas a la cabeza, no pienses en más de lo que hay y disfruta... disfruta de 'tu nidito de amor', de ese chico que a través de su ventana ve cómo en el Parque Grande algunos intentan arreglar el mundo, mientras él lo hace desde una oficina (aunque no lo crea del todo), de tu trabajo, de tu gente... y recuerda que en Madrid también tienes tu casa... tú, Ángel y los que quieran venir...

P.D. Gracias, Moni... por aguantar estas locuras (que sé que no te gustan demasiado si no se piensan un poco antes) y por aguantarme a mí... Habrá próxima convocatoria (si mi ordenador no muere antes y si no me quedo sin amigos porque mi messenger no admite o elimina contactos a su libre albedrío y sin dinero pagando reparaciones... En fin). Fue un lindo fin de semana

1.12.06

kilómetro cero [de nuevo, y sin ti]

Tanta ciudad y tan poco por hacer,
gente que sueña su siesta
y que mira por la ventana.

Gente que miente por un trozo de calor,
que reza por que pare el ascensor,
atrapado contigo.

Kilómetro Cero,
respira en el centro de la ciudad
el alma que se pierde al escapar.
Kilómetro Cero,
comienzo de los días que han de venir,
la lluvia que se derrama por ti.

Bares en los que la calma y la cerveza
salvan nuestra vida,
y mi cabeza soñando estar bajo tu ropa.

Promesas que se dicen en la cama,
luces que se clavan en tu espalda,
deja que yo te vista ahora.

Bajo unas ruedas mi mala sombra arrojaré,
quizás así interprete ese papel
en el que soy tu abrigo.
I.S.

28.11.06

De personajillos y abrazos

Lloré cuando se marchó E.T., pasé tardes enteras en Barrio Sésamo, viví la aventura espacial con Yupi, siempre quise volar agarrada a un paraguas y cantar aquello de "supercalifragilisticoespialidoso"... me muero por vivir en Nunca Jamás y de mayor quiero trabajar en un circo... aún creo en la magia, en las hadas, en los duendes y en las brujas buenas... y en que los deseos se cumplen... adoro los payasos, los mimos, las máscaras... los arlequines de Picasso...

Y si lo piensas, nuestra vida está llena de personajes de todo tipo... algunos reales, otros de carne y hueso y otros que sólo existen en la mente de los "que no han abandonado a Peter"... en ocasiones, pasen los años que pasen, ocurran las cosas que ocurran, te das cuentas de que a tu lado permanencen ciertos personajillos que marcan el rumbo de todo, que lo cambian y que hacen cada día distinto y especial... Dicen que cuantos más personajillos de este tipo haya merodeando a tu alrededor más afortunado serás...

Uno de esos personajillos es muy muy especial, aunque la mayor parte del tiempo lo dude y hay que recordarle continuamente lo que vale... A veces, se harta de la vida, se deprime, se enfada con el mundo... A veces, cambia el golpe en la mesa por un grito desgarrado en boca de otros... A veces, llora a escondidas para ahorrar lágrimas a la gente que quiere... A veces, llora porque sí... A veces, echa de menos y lo cambiaría todo por un instante... A veces, se convence de que no es feliz, pero acaba riendo a carcajadas cuando suena la canción de la flor... A veces, odia recordar, aunque no recuerde cómo se odia... A veces, sólo un desconocido le arranca un brillo en los ojos...

Pero si en tu vida hay uno o varios de estos personajillos (sea como fuere), puede que tú también seas personajillo en la vida de otro. Y yo soy de esos a los que le encanta molestar... y recordarte que "los vientos fuertes los resisten mejor los árboles flexibles", que vales más de lo que crees, que tu destino sólo lo eliges tú y que la vida no es tan de color de hormiga... que aquí me tienes (y lo sabes), dispuesta a seguir inventando canciones absurdas para secar tus ojos, a seguir gritando que bajes la música, que tiemblan las paredes, a seguir contándote historias para no dormir... y a seguir recordándote todo eso que olvidas con demasiada frecuencia...


Sabes que nunca te faltará un abrazo...


24.11.06

FELICIDADES!!!!

Siempre es difícil hacer acopio de sueños e ilusiones y meterlos todos en una maleta. A veces, corres el riesgo de que no quepan todos. Otras veces, con las prisas y los nervios, puedes olvidar alguno. Supongo que la tarea se hace más difícil cuando en esa maleta hay, además, que hacer hueco a la ropa de abrigo, que hará mucha falta, a las bufandas, a los gorros, a las camisetas de manga corta, de tirantes y también a las de flores... a la foto de tu sobrino, a los besos y los abrazos de todo un año, puede que de dos, de la gente que te quiere, a los amigos y a la nostalgia que te acompañará...

Pero aún así, ella consiguió cerrar su maleta... con todo dentro... pero reservó un bolsillo porque sabía que en él habría de guardar muchas cosas... Hizo el viaje de regreso. 50 años después. Cerró el círculo. No sé si buscaba los mismo al otro lado del Atlántico... No sé si lo habrá encontrado...

Creo que hoy ese bolsillo ya no está vacío. En él se han juntado nuevos amigos, cientos de fotos, lugares, viajes, anécdotas, más de una tarde de sueño y de una noche insomne, risas, piropos y alguna 'linda' sonrisa, un nuevo trabajo, nuevas rutinas y una libreta dispuesta a llenarse de los sueños de cada día, aunque los de algunos empiecen a las seis de la mañana con dos horas de viaje.

Ahora forma parte de ese número 13, de los madrileños que no lo somos, ahora está más cerca de muchas cosas (aunque alguna vez escribiera "cuidado con lo que deseas porque puede ser que lo consigas"), incluso, si se sube a una torre alta y estira un poquito el cuello, podrá divisar, a lo lejos, pasando el mar, la meseta de Gizeh... A veces, basta con cerrar los ojos y desearlo muy fuerte...

Es fuerte y cada día le sonríe a la vida... ¡ójala la vida le siga devolviendo la sonrisa! ¡ójala esté siempre 'en la curvita de la Paraguay', si eso significa estar a punto de conseguir lo que más desea!



¡¡¡MUCHAS FELICIDADES, LINDA!!!

23.11.06

Pide un deseo...


He comprado una tarta de fresa, he brindado con agua y chocolate, he compartido cena con gente a la que quiero mucho y que adivino el destino hará muy importante, he escuchado la historia del chico que se compró una cueva detrás de una cascada (¡¡suerte!!), he dado saltos encima de mi cama (como cuando era pequeña, pero sin que mi madre me regañe), hemos gritado al unísono por teléfono, a pesar de los kilómetros de distancia, he oído voces mucho más felices que la mía, he intuido caras de orgullo, he recibido consejos y hasta alguna felicitación desde un baño o desde el otro lado de España...

A veces, si cierras los ojos y deseas algo muy muy fuerte, se cumple... Gracias a todos por creer conmigo que existe la magia... gracias por creerlo por mí...




P.D. Sí pequeña, ya he decidido que antes de empezar a 'sufrir' te preguntaré... ¿Sabes que eres como mi oráculo? Te quiero mucho.

P.D. Pues sí que es grande la Torre Eiffel... que siga así, que aún quedan unos cuantos deseos por cumplir (aunque no sé si había papelito)... Al final, va a ser cierto eso de que me trae buena suerte...

P.D. No crea, mi querido amigo, aún guardo mis temores de que los marroquíes invadan la Península y se disuelvan las Cortes... Es que en esa posibilidad no había pensado...

21.11.06


- Pierrot es el payaso herido de amor. Es quizás el más triste de todos los payasos. Pierrot surge de las desapariciones de otros. Nace marcado. Cara blanca, pies juntos, brazos colgantes... La historia que vuelve a empezar cada noche. Pierrot es el eterno enamorado de Colombine, como Arlequín, pero a la francesa y sin risa. Es el hombre que pinta su cara con harina, el payaso romántico, enamorado de la Luna, de una luna solitaria, porque su amada Colombine ha desaparecido para siempre de la escena.

Marcela conocía la historia muy bien. La del Pierrot con mayúsculas y la de otros...

- Cientos de personajes en uno. Decía que con el que más identificado se sentía era con el "Pierrot ècrivain", el payaso que, sentado en una mesa y junto a una lámpara, escribe una carta interminable -continuó Marcela mientras guardaba el traje con cariño.

- Esas cartas nunca llegaron. Les faltaron las alas para poder volar...



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Prometió empezar a contar al revés... andar despacio y de espalda... dormir boca abajo... soñar despierta... mudarse al piso más alto del rascacielos más alto... subir siempre por las escaleras... girar las manecillas del reloj en sentido contrario... de derecha a izquierda... pensar dormida... no pensar...



No quería volver a sentir el vacío que viene después...

20.11.06


Se hizo cargo de cuánto habían cambiado las cosas apenas giró la manecilla. Le hubiese gustado mirar a través de la oxidada cerradura, como tantas otras veces, pero se resistió a hacerlo. Ya no era una niña, era una señora, hecha y derecha, con una familia y toda una vida a la espalda y no iba a permitirse aquellas tonterías de andar espiando en estancias ajenas. Pero algo en ella se empeñó en que aquel recuerdo también le pertenecía.

Había perdido todos sus sueños. Lo sabía, pero se hizo evidente cuando se vio reflejada en el espejo. Sus mejillas habían perdido el color y tenía arrugas. Fruncía el entrecejo e irradiaba cierta amargura. No se reconoció. Hacía años que no lo hacía. En cambio, él era el mismo de antes. Él sí. El corazón le dio un vuelco cuando Marcela le contó, con cierto reproche, que él había olvidado cómo reír. ¡Cómo si ella hubiese sido la culpable! ¡Cómo si él no la hubiese dejado marchar! ¡Él le prometió que no se separarían jamás! ¡No lo permitiría! ¡Él era el culpable! ¡Qué podía hacer ella!

Se sentó en la silla, delante del espejo que, sin duda, había servido de tocador. Apoyó la cabeza en sus manos. Sentía un vacío inmenso, pero se resistía a llorar. Poco importaba ya... Al fin y al cabo, de quién era la culpa... El Atlántico es tan grande...

Miró a su alrededor intentando recobrar el tiempo pasado, acercarse a ese personaje que el dolor había construido. Encima de la mesa había pinturas, restos de polvo de arroz, varios lápices y brochas de diferentes tamaños. De la esquina del cristal colgaba un sombrero negro y sobre una cajita de madera descansaban perfectamente doblados dos guantes blancos. Sonrió. Dentro del inusual caos de la habitación reconoció al viejo doctor. Ordenado y cuadriculado en extremo. Hay detalles que jamás cambian. Aquel era uno de ellos. Siguió escrutando el resto de la habitación. Había varios trajes diferentes encima de la cama. Diferentes colores. Se levantó y se acercó hasta allí. De entre todos, escogió el más colorido.

- No era su preferido.

Un escalofrio recorrió su cuerpo. Se sintió, ahora sí, como una niña a la que su madre sorprende probándose su vestido de novia y subida en sus tacones. Marcela se acercó al armario y de él sacó un traje totalmente blanco.

- Pierrot

- Eso es -contestó Marcela-. Pierrot

19.11.06

...


Cuando Marcela abandonaba la habitación, ésta pesaba demasiado. Con ella allí, no se oía el tic tac del reloj de bolsillo ni la muda respiración del hombre que antaño amó, y al que tal vez seguía amando. El tiempo pasaba más deprisa y los recuerdos no formaban un nudo en la garganta. Pensó entonces que él había tenido suerte. Marcela estuvo a su lado siempre. Ella, en cambio, se enfrentó al olvido sola. Sintió, de repente, que aquel ya no era su sitio, que no pertenecía a ese mundo que habían fabricado juntos. Pero algo la impedía marcharse. Otra vez.

Salió de la habitación presa de una especie de pánico al vacío. Aún recordaba los pasos que la separaban de cualquiera de las estancias de aquella casa. La cocina daba al patio trasero. Siete pasos más llevaban directos al salón. El cuco daba las tres, irónicamente intemporal. Se giró y pasó al cuarto más recogido. Hubo un tiempo en que allí dormía Marcela, pero ella le había contado que hacía años que estaba desocupado. Sintió curiosidad y abrió la puerta.

18.11.06

Habrá otro tiempo, habrá otro lugar


Era la primera vez que faltaba a la cita en años. Desde aquella tarde de domingo, desde la última vez que lo hizo con ella agarrada a su brazo. Cada sábado, al caer el día, había vuelto a pasear por Serrano. Las manos metidas en los bolsillos de su abrigo largo. La mirada perdida en el infinito. La mente dispuesta a recordar su risa eternamente, como en el viejo cine.

- Tendría que habérselo dicho...

Lo repetía para sí, una y otra vez. Como un martilleo incesante, esas cuatro palabras lo acompañaron siempre... Incluso mientras soñaba...


***

- Señora -dijo mientras la miraba con la tristeza de quien ha sido testigo de tantas cosas-. ¿Cree que él lo sabía? Que terminaría así, quiero decir.

- No lo sé, Marcela -contestó apenas sin voz-. No lo sé...

- Yo creo que sí.

- El destino de cada uno está escrito, en algún sitio, desde el mismo momento en que nos ponen en este mundo. Supongo que el suyo era éste. No hay nada que hacer contra el destino. Nada que hacer.

- Él siempre decía que usted cambió el suyo. Cuando se marchó...

- Yo no quise marcharme...

- Perdone -se apresuró a decir Marcela-. No era mi intención...

- No se preocupe. Pasó hace demasiado tiempo. Bien lo sabe.

- Él siempre confió en que volvería a Madrid. Lo decía incluso mientras pintaba su cara...

- Me llegaron noticias de que se había vuelto loco.

- El amor a veces es así. Yo también lo pensé cuando dejó la consulta, las fiestas, las salidas de los domingos. Se metía en su biblioteca y allí pasaba las horas. Un día volvió a sonar el viejo tocadiscos. Cuando crucé la puerta, lo encontré con la cara pintada de blanco y me pidió ayuda. Pero no, no estaba loco. Sólo triste. Tan triste que olvidó cómo reír. Supongo que lo hacía a través de los demás...

16.11.06

De la Nada, el multiverso y otros menesteres después de cenar


"- El Buda Sakyamuni guardó silencio sobre este tema, como sobre muchos otros. ¿El universo es eterno o no? ¿Finito o infinito? ¿El alma difiere del cuerpo? ¿Qué existe después de la muerte? (...)"

El Rey, el Sabio y el Bufón. El gran torneo de las religiones. Shafique Keshavjee


MARIAJO: Estamos en el 2006 y seguimos estando en el Paleolítico... ¿Después de cuántos años de evolución?

VANE: No hemos evolucionado. Llevamos sobre la Tierra... pero de ahí a que hayamos evolucionado... ¿Y eso ahora?

- Estamos igual que los griegos cuando miraban la Luna... así estamos nosotros con el Universo.

Ahora es cuando me quedo 'ojoplática'...

- Pues sí... porque todavía no sabemos si el Universo es finito o infinito... ¿Cómo no podemos saber si el Universo es finito o infinito?

- Y eso, ¿qué más da?

- Pues no... ¿tú sabes lo que cambiaría nuestra vida si supiésemos que el Universo es finito?... Además, es que sólo puede ser finito

- ¿Por qué?

- Porque infinitos pueden ser los números, porque se suman, pero en el momento en que algo es material no puede ser infinito, porque entonces sería una cosa totalmente distinta de todas las otras cosas. Además, el Universo se supone que realmente no es nada, sólo contiene cosas...

- ¿Y qué contiene al Universo?

- El Universo contendrá nuestro sistema solar, y otros sistemas a lo mejor similares, o distintos, pero ya está... no sé... Pero se supone que está contenido en otra cosa, es un vaso lleno de sistemas solares o de otra cosa, pero...

- Vale, pero entonces, ¿qué contiene al Universo?

- Al Universo, como a otros universos que puedan existir, los contendría otro universo mayor, que se llamaría de otra manera, no universo, en todo caso 'multiverso'...

- Sí, pero ese 'multiverso' o es infinito o vuelve a estar contenido en algo... Entonces, en el primer caso, deducimos que sí existe lo infinito materialmente hablando... En el segundo, cabría volver a preguntarse qué contiene al 'multiverso', porque si no lo contiene nada, tenemos un problema...

- No, porque se supone que el 'multiverso' está flotando en una nada y se supone que la nada sí puede ser infinita porque no es material...

- Pero la Nada no existe. Materialmente, si es nada es nada y punto... no existe

- Eso es una tontería

- No

- El odio y el amor pueden ser infinitos y no son materiales y existen...

- Por esa regla de tres, entonces el Universo es infinito... antes dijiste que el Universo no es nada, sólo contiene algo... Si el Universo no es nada, entonces no existe... con lo cual puede ser y es infinito....

- Ah no, si no existe no puede ser infinito, porque la Nada existe

- Con lo cual, si el Universo no es nada, o mejor dicho, es nada, no existe... Entonces... ¿por qué estamos discutiendo esto? Además, llevándote, como casi siempre al sentido práctico de la vida, ¿qué más da?

- A mí me gustaría saber si es finito o infinito...

- Para saberlo, tendrías que colocarte en no sé exactamente dónde... quizás en la Nada, pero si no hay nada, no puedes estar tú, porque entonces dejaría de ser Nada, con lo cual ya desde allí no podrías verlo... A lo mejor tendrías que ser "Dios"...

- La Nada es como una gelatina a la que se echa trocitos de fruta. Sigue siendo gelatina a pesar de que tenga trocitos. El que haya cosas en ella no cambia el ser en sí...

- A ver, que estamos hablando de la Nada, no de una gelatina... La esencia de la Nada en sí es precisamente esa, NADA

- Es una tontería. La Nada puede seguir siendo Nada aunque haya cosas dentro... Porque entonces el multiverso no estaría, porque es NADA según tú

- Es que yo nunca te di la razón en que el multiverso esté en la Nada...

- ¿No?

(Otro día seguimos... Se nos está yendo la olla mucho mucho)

14.11.06

Piensa mi madre, mientras se ríe (¡lo que hace la experiencia!) que parece que estoy en un momento crítico de mi vida y mi padre me llama "culo de mal asiento". Dice que nunca estoy contenta con lo que hago durante algún tiempo y que me canso enseguida. Puede ser... Me agobia la estabilidad que se convierte en rutina sin más ni más. Y sí, me canso enseguida... aunque no de todo. No, de la gente a la que quiero (incluyendo aquí a los grandes amores que en mi vida han sido, que dirían los clásicos).

Hoy, de camino a lo que he dado en decir era mi última oportunidad de hacer algo que realmente me gusta y de trabajar en esto, compré El País. Esta vez, lo abrí al azar, aunque es costumbre hacerlo siempre por la parte de atrás. Ironías de la vida, encontré un llamativo folletito naranja:

"¿Te has planteado cuánto pueden afectar las comisiones a tu plan de pensiones?" ING Direct

Pues no.

Y es que primero hay una apuesta que sí me gustaría perder.

12.11.06

¿Quién dijo que la felicidad no se construye?

La prueba...


A veces, basta con creerlo. Otras, como hoy, sólo hicieron falta un billete de tren y un destino... Guadalajara... Y la mejor compañía... la de la gente que, a pesar de todo, del tiempo y de la distancia, siempre está ahí, dispuesta a viajar contigo o dispuesta a esperar en una estación... la de la gente que tiene siempre la sonrisa a punto y los brazos abiertos... la de los cafés con ron y los batidos... y las tortitas con mucha nata... la de la gente que no se cansa de escucharme, aunque, a veces, sea monotemática y con la que tratamos de arreglar el mundo, la profesión y la propia vida... Sí, ha sido un día muy muy especial...

La foto del objetivo en el ojo del fotógrafo (ya me entendéis)...

Las artífices de todas las sonrisas de hoy...

La pita y yo... yo y la pita... ¿Qué pensarían las monjas?

Love is in the air...

P.D. "¿Por qué si dos personas se quieren siempre hay algo que se interpone para que no sea perfecto?". La vida, a veces, es así, preciosa... supongo que, en estas ocasiones, hasta esa felicidad nos la tenemos que inventar nosotros mismos... Me tenías preocupada... Me encantó verte sonreír y sentir que sigues con la cabeza en su sitio, que plantaste cara a esas dos semanas críticas... Verás como, al final, siempre hay un final... como en los cuentos... Y sé que tu historia terminará con un "y fueron felices y comieron perdices"... Pero mientras, ya sabes que puedes contar conmigo, que a poco más de dos horas de vías y de ancha es Castilla tienes a alguien dispuesta a escucharte y a ponerse la nariz de payaso también para ti... por supuesto... Gracias por todo!

11.11.06

Midi


existent des sensations étrangères... j'espère seulement que tout est bien...

6.11.06

Y tú, ¿crees en la magia?

- Ya sé que querías ser amable -dijo, ablandándose-, así que me puedes dar un beso.
Se había olvidado momentáneamente de que él no sabía lo que eran los besos.
- Ya me parecía que querrías que te lo devolviera -dijo él con cierta amargura e hizo ademán de devolverle el dedal.
- Ay, vaya -dijo la amable Wendy-, no quiero decir un beso, me refiero a un dedal.
- ¿Qué es eso?
Es como esto.
Le dio un beso.
- ¡Qué curioso! -dijo Peter con curiosidad-. ¿Te puedo dar un dedal yo ahora?
- Si lo deseas -dijo Wendy, esta vez sin inclinar la cabeza.
Peter le dio un dedal y casi inmediatamente ella soltó un chillido.
- ¿Qué pasa, Wendy?
- Es como si alguien me hubiera tirado del pelo.
- Debe de haber sido Campanilla. Nunca la había visto tan antipática.


A veces es bonito no haber perdido del todo la inocencia y seguir creyendo en que existe Nunca Jamás y compartir la lógica de los niños... A veces, creo en la magia y en las hadas y en los duendes y en las brujas buenas y en que allá arriba alguien te protege y saldrá a tu encuentro cuando llegue la hora de partir... A veces, hasta me hacen creer en que después hay otras vidas y no es la nada... si no, de qué serviría...

A veces, como ahora, lo negro no es tan negro, sino que va adquiriendo tonalidades de colores y basta la cosa más absurda para hacerme reír como una loca, para pasarme el día cantando y hasta improvisando monólogos acerca de lo que llevó a mi casera a comprar las bonitas cortinas del salón... Y es que la felicidad no llega, sino que la construimos nosotros mismos...

P.D. En la noche en que las ranas embotellaron el agua de su charca para comprar zapatillas de marca...

2.11.06

FELICIDADES!!!!

A veces, como hoy, no es suficiente una tarjeta con mis mejores deseos grabados a tinta, ni una llamada de teléfono ni una conversación de cinco minutos dan para nada... A veces, como hoy, me hubiese gustado tenerte más cerquita, darte un beso y brindar por los 24, por los recuerdos y por lo que nos queda... A veces, como hoy, se confabulan los astros y se cargan los viajes sorpresa... Sigue en pie y, al final, venceremos... Tenemos una conversación pendiente, un brindis y miles de historias, tuyas y mías y de quienes quieran unirse... Sonríe siempre, preciosa... me tienes preocupada... Gracias por tu amistad de tantos años ya! Te quiero mucho.

Molletes de Antequera (o "que no disfruté, que no vuelvo más")



Un tren que se nos escapa. Primer café en Atocha tras el 721. Maletas de bronce que se quedan en la estación junto a decenas de caras que buscaron vidas mejores. Alemania. Buenos Aires. "Hola. Coche 4". Y a volar en un ave de acero. Nos espera la tierra de Cervantes, del Quijote y Sancho, de El Greco y del crisol de culturas que unos reales católicos se empeñaron en romper para siempre. "Welcome to Toledo". Y nos reímos de nuestro inglés de guardería y recordamos aquello de "ancha es Castilla", para arriba y para abajo, a derecha e izquierda, León y La Mancha. Y Madrid está en Toledo, muchas caras conocidas... hasta el Museo del Prado quiso viajar ayer con sus mejores retratos. Los recuerdos prometían. La ciudad se veía majestuosa desde la otra orilla... y en la otra orilla se quedó. Al final, se esfumaron los recuerdos por callejuelas intrincadas, siguiendo carteles que no llevan a ningún sitio... rodaron por interminables pendientes que van a parar al Tajo... o a algo que se le parece... Inventamos otros, con otro nombre. Y brindamos con tinto por otro viaje y otro sueño. Y confío en promesas que caerán en París. Calles de Portugal, espadas "que nos sablaron" y Cervantes preside impasible el callejón y petrificado aguanta los flashes, a pesar de no estar acostumbrado a semejantes artilugios. Lo mejor, como siempre, las historias que inventamos... y la compañía.

P.D. GRACIAS por la parte de esta historia que te toca, que es casi casi toda, y por ser parte de mi locura constante; por ponerte conmigo tantas veces la nariz de payaso, por dejarte convencer (con lo que me cuesta), por dejarme improvisar la vida, los viajes, las sonrisas y hasta las lágrimas, aunque sea lo que menos les guste a tu racionalidad y previsión... por estar ahí y por ser como eres... Por cierto, esta es la sonrisa de Diego (ya sabes que la tengo más devoción que a la de Javi)

28.10.06

la foto imposible... y la evidente...


Apuesto a que ya ha perdido la cuenta de las cámaras que lo han enfocado, de los flashes que le han hecho parpadear, de las fotos en las que él es el protagonista... apuesto a que detrás de esas gafas de aviador loco le brillan los ojos cada vez que alguien sonríe cuando él cambia de postura... una moneda es suficiente para despertar la magia... no sé su nombre, ni si lo hace por necesidad o por devoción (espero que sea lo segundo), pero prometo volver y preguntarle... y brindar con él por las sonrisas, por esta noche, por ese viejo paraguas que el aire se lleva... por que adoro a la gente como él... me vio dispuesta a inmortalizar el momento, entre la gente que cualquier sábado abarrota todas las calles que van a la Plaza Mayor, me saludaba, posaba y se desvivió por salir guapo... tres veces me preguntó, vista la imposibilidad de hacer parar un segundo a quienes se interponían entre el objetivo y él, si había salido bien... ¡claro que sí!... ha salido su magia... después la moneda de rigor y la sorpresa... me dice que me acerque y de uno de sus bolsillos saca dos 'chupas' para nosotras... me despido con una enorme sonrisa y un guiño de ojos... nos volveremos a ver...

P.D. ¡Cómo desperdiciar una oportunidad así...!

22.10.06

Me gusta caminar por la mañana bajo la lluvia incesante con El País bajo el brazo. Me gusta sentir el aire en la cara, mientras tarareo Una de romanos. Me gusta, incluso, la espera en la cola, el olor a pan recién hecho y escuchar la risa contagiosa de la panadera que se pone en pie cuando la ciudad duerme. Me gustan los domingos de otoño. Ya me merecía uno. Sobre todo después del miedo de los dos últimos días... Mi abuelillo, el que es fuerte como un roble, se tambalea, se hunde y siente el miedo, ése mismo que siempre me ha dicho que no hay que tener nunca. Dice que no está bien y culpa a su cabeza... Otra vez... Y vuelve el recuerdo de los hospitales, de los coágulos que amenazaron con llevárselo, que le robaron la chispa y la vida y le hicieron parecer una marioneta... Y vuelve el miedo, vuelven las lágrimas, las llamadas de teléfono a deshora, el temblor de manos y los escalofríos... Pero han vuelto también su risa, sus bromas, sus historias, sus consejos... todo de golpe. Después de análisis de sangre, pruebas neurológicas y horas y horas de bata blanca, todo está bien. Mi abuelo está bien. Me encantaría que el mundo conociese a ese personaje que me compró la muñequita de torero hace miles de años y que me ha contado las batallitas más increíbles. Creo, sin menospreciar a nadie, ni mucho menos (no podría), que es la persona más especial de mi familia. El que siempre tiró del carro, el que siempre está ahí, quitando importancia a los problemas, confiando en el futuro... El que, como muchos, puso kilómetros de por medio para dar una vida mejor a su familia, el que dedicó horas y horas de duro trabajo para demostrarnos que se puede salir adelante si creemos en nosotros mismos... Para él no hay obstáculos y con 76 años sigue tratando a la vida cara a cara, sigue sonriendo al futuro camino de Guadalupe cada 8 de septiembre, gritando desde lo alto y al amanecer que hay que ir "siempre p'alante y sin miedo"... Te quiero...

16.10.06


Quién envenena las palabras; quién truca el dado del parchís; quién me asesina por la espalda; quién llora si me ve reír; quién va de luto a la oficina; quién contamina mi jardín; quién ha inventado la rutina; quién coño me ha robado el mes de abril…


A veces, cuando te despiertas, a la vuelta de un coma profundo, a la realidad de cada día, te espera la posada del fracaso, ésa que bien podría estar en la calle Melancolía, esquina Tirso de Molina… con el peso de las horas sin sentido sobre tus hombros no te queda más remedio que enfilar una escalera de caracol que pierde peldaños a tu paso, indicando que ya no hay marcha atrás, que por debajo quedó el abismo, pero una escalera que tampoco lleva a ninguna parte… y el consuelo viaja en ascensores que no existen y que si lo hacen, no funcionan, y ahí se queda… y si llegas a un destino, dicen que no será el que esperabas, quién sabe si mejor o peor, pero no el que esperabas, porque él no te esperaba a ti… y derrotada en el sillón, ya no te marchitas viendo Falcon Crest… cualquier tiempo pasado fue mejor, dice la canción… sobre todo, si lo has soñado y se quedó allá, perdido a medio camino entre Nunca Jamás y los Mundos de Yupi… en algún lugar en el que aún se puede creer en las brujas buenas, en las hadas y en que al día siguiente del baile, el príncipe te probará el zapato que perdiste cuando dieron las doce… pero contigo no duermen ni Peter Pan ni un hada madrina capaz de convertir calabazas en carrozas… un colchón húmedo y desamparado recuerda que vistes un traje gris y en el bolsillo llevas un calendario al que le falta un mes… o toda una vida…



Quién sangra por do más pecado hubiere; quién me cambia por tul desilusión; quién sazona el amor con alfileres; quién me descorazona el corazón; quién quema relicarios, tilas, naves; quién alquila mujeres de alquiler; quién ha sacado copia de la llave de los secretos de mi secreter; quién oxida el timón de las campanas; quién se sabe perdido cuándo gana… quién roba, silba, reza, desayuna; quién planta girasoles en la luna; quién coño me ha robado el mes de abril…

12.10.06

Vuelve el frío. Poco a poco, se va apagando el sol y el viento, que empieza a azotar las copas de los árboles, suena con fuerza al otro lado de los cristales... En Madrid está lloviendo y todo sigue como siempre, solamente que no estás y el tiempo pasa lentamente… La caída de las hojas, todo se envuelve en un tono rojizo que nos recuerda cuán cíclica es la vida, cómo no importa nada, ni siquiera el tiempo que pase, todo vuelve… y todo se va como viene… Han pasado tantas cosas… Y aquí estoy de nuevo, tratando de descubrir la cuadratura de este círculo que he intentado miles de veces cerrar… siempre sin éxito. Dicen que todo se lo lleva el viento… muchas veces se llevó los planes… sí, esos mismos que odio, por ser planes, porque son tan ligeros, que no oponen resistencia a nada ni a nadie… Pero este viento ha vuelto a traerlos… planes, nombres, recuerdos, historias, lugares, palabras… han permanecido ocultos, quién sabe dónde y ahora vuelven a taladrar mi cabeza… Miro a través de mi ventana el cielo gris… no sé si este viento traerá algo bueno… no sé, no sé… pero es pronto para rendirse… sí, quizás sería mejor adelantarse, incluso a los grandes almacenes del centro, y empezar a decorar todo con lucecitas en octubre… colgar un Papá Noel de la barandilla de la terraza, hacer mil y un regalos a todo el mundo, poner polvo de nieve en puertas y ventanas, enfundarse el gorro, los guantes, la bufanda y el abrigo largo y pasear de noche por las calles que desembocan en el Sol, soñar como cuando éramos niños… qué fácil era… y confiar en que una estrella nos guíe… ahora más que nunca… porque esta vez no hay que esperar a las doce de la noche para cambiar el rumbo… porque ya no existen los cuentos de calabazas convertidas en carrozas… porque cualquiera es la hora… porque ahora es el momento de girar el timón camino de ninguna parte…


…porque una es más auténtica, cuanto más se parece a lo que ha soñado de sí misma… “la Agrado”

8.10.06

Retrato de familia con perrito (por que el amor no lo defina nadie, por que se sienta)

Él se llamaba Confusión
tocaba un viejo acordeón
y a su mujer
la conocían todos por
Lili Marlene.
Se enamoraron en un club
de alterne un año catapún
por carnaval,
la bruja huyó con Fumanchú
después del vals.
También estaba Do Re Mi,
un perro que, sin pedigrí,
sabía ladrar hasta en latín
y no mordía
más que al gato del alguacil.
Y decían que era amor
la soledad que compartían
un día sí, cuarenta no,
y Do Re Mi se lo creía.
Igual que a ti, igual que a mí
la realidad los aplastaba
pero cerraban al dormir
los ojos y se la inventaban.
Vivieron en cualquier ciudad,
todas se llaman Ansiedad
como Madrid les daba vértigo mirar
al Pirulí.
Él se podía llamar Jesús.
Cada domingo, al muy gandul
su Magdalena
le lava el pelo con champú
de hierbabuena
con Do Re Mi de fiel guardián.
Para el puchero familiar
los dos ganaban su jornal
honradamente por la calle de Alcalá
en la acera y de plantón
haciendo ella la carrera
y él con el viejo acordeón
cargándose "La Violetera".
Igual que a ti, igual que a mí
el porvenir los aplastaba
pero cerraban al dormir
los ojos y se lo inventaban.
Nunca la pudo retirar
pero una vez por Navidad
el rey Melchor
trajo un abrigo de astracán
de imitación.
Volvía tan pancho Do Re Mi
un día de regar con pis
un abedul
y calculó mal el "reprise"
del autobús
y nunca más vino a lamer
el pantalón de su patrón
cada vez que Lili Marlene
con un recluta toca el timbre de la pensión.
Y decían que era amor
la soledad que compartían
un día sí, cuarenta no,
Do Re Mi se lo creía.
Igual que a ti, igual que a mí
la realidad los aplastaba
pero después cerraban al dormir
los ojos y se la inventaban.
Tal vez tenían razón
puede que fuera amor
la soledad que compartían
un día si se deja, a veces siete no,
y Do Re Mi, moviendo el rabo, se lo creía.
Como te pasa a ti, como me pasa a mí
las uñas negras de la vida nos arañaban
pero cerraban al irse a dormir
los ojos y soñaban que soñaban.
Él era un tipo del montón
que se llamaba Discreción.
No le digáis
que habéis oído esta canción
si lo encontráis.
(Joaquín Sabina, Diario de un peatón)

3.10.06


Y llegó mi sorpresa del día en forma de nombre: Déjame que te cuente... Los cuentos que me enseñaron a vivir. Lo abrí al azar... A veces, cuando me invade la nostalgia, creo en el destino. "A ver qué me depara esta noche", he pensado al disponerme a leer el título escogido por quién sabe si las hadas o los traviesos duendes. "Las alas son para volar". Bonito, ¿verdad? Lo fue más transcrito... escrito para mí... por los riesgos y por los fracasos de vuelo un 30 de marzo... en abril, mayo, junio... en la propia vida. Hoy, tiempo después, sigo sin acostumbrarme a... todas aquellas cosas.
Por que no me cabe duda de que al final luciremos triunfantes nuestras magníficas alas... sea donde sea

2.10.06

Contrato de una maestra en 1923...


Este es un acuerdo entre la señorita ............ , maestra, y el Consejo de Educación de la Escuela ........... , por el cual la señorita .......... acuerda impartir clases durante el período de ocho meses a partir del ..... de septiembre de 1923.


El Consejo de Educación acuerda pagar a la señorita .......... la cantidad de 75 pesetas mensuales.


La señorita ........... acuerda:

1. No casarse. Este contrato queda automáticamente anulado y sin efecto si la maestra se casa

2. No andar en compañía de hombres

3. Estar en su casa entre las 8.00 de la tarde y las 6.00 de la mañana, a menos que sea atender en función escolar

4. No pasearse por las heladerías del centro de la ciudad

5. No abandonar la ciudad bajo ningún concepto sin permiso del Presidente del Consejo de Delegados

6. No fumar cigarrillos. Este contrato queda automáticamente anulado y sin efecto si se encuentra a la maestra fumando

7. No beber cerveza, vino ni whisky. Este contrato queda automáticamente anulado y sin efecto si se encuentra a la maestra bebiendo cerveza, vino o whisky.

8. No viajar en coche o automóvil con ningún hombre, excepto su hermano o su padre

9. No vestir ropas de colores brillantes

10. No teñirse el pelo

11. Usar, al menos, dos enaguas

12. No usar vestidos que queden a más de cinco centímetros por encima de los tobillos

13. Mantener limpia el aula:
- Barrer el suelo al menos una vez al día
- Fregar el suelo del aula al menos una vez por semana con agua caliente
- Limpiar la pizarra al menos una vez al día
- Encender el fuego a las 7.00, de modo que la habitación esté caliente a las 8.00 horas cuando lleguen los niños

14. No usar polvos faciales, ni maquillarse, ni pintarse los labios

1.10.06

Siete

Y al final es cierto y el tiempo pasa demasiado rápido, incluso ahora que aún no cubre de canas el olvido ni el pasado se cuenta por décadas... Y ya van siete... Tal día como hoy, ya ayer, del año 2000... Y comienza el séptimo... Como todos... Con las lágrimas en los ojos, intentando echar a un lado la incertidumbre y el miedo, recordando viejos sueños, haciendo acopio de fuerzas y sintiendo el vacío "que pasará... cuando llegue otro". Llorando... como comienza la propia vida y como se va también. Brindando... por los éxitos que fracasaron... por los fracasos que tuvieron éxito. Con algunas despedidas que quisieron serlo y con más de una que no... Con ciento y un amor pasajeros... Con un par de los que duelen, de los que se leen entre líneas y de los que queda más de lo que quisiera... La noche y el día, el principio y el final, el uno y el siete, el recuerdo con sonrisa y la sonrisa con nostalgia, el corazón dolorido elevado a sí mismo al que sólo sanaría una raíz cuadrada demasiado honda... "Y algo más que nadie sabe lo que es y que es lo único que importa".


Por el nuevo año, por el siete, por que la suerte se ponga de nuestro lado, aunque no sea suerte, por los planes a medias, por los viajes sin destino, por los equipajes que se quedan aquí, hoy y siempre, para ir a cualquier parte, por la magia que nos tiene felizmente nostálgicos o nostálgicamente felices, por los "ójala" ("ójala mi 'te quiero' te arrancase una sonrisa"), por las sorpresas y por los puntos suspensivos...


"Soy un tipo profundamente pesimista y descreído, de esos que cada día se hacen el truco de que la vida es fantástica para seguir viviendo. Cada día tengo más a raya el pesimismo porque es la única manera de poder vivir"

(Yo también sé jugarme la boca. Sabina en carne viva. J. Sabina y J. Menéndez Flowers)

25.9.06

Anoche hablaba con alguien sobre medicina y un viejo, muy viejo sueño de ser pediatra, que después cambié por una pluma y fracasos dignos del mejor de los brindis en el peor de los antros. También ayer, le contaba a Mariajo historias de tranvías y librerías antiguas, de vueltas al pasado, de las que se regresa triunfante (por una vez) que bien podrían formar parte de tertulias en cafés tumultuosos. ¿Casualidad? No sé. Puede... Últimamente empecé a acostumbrarme a las sorpresas que da la vida. Tanto, que cuando pasa un día y no aparecen, también me sorprendo...

Hoy las casualidades llenaban la boca de Ángel Luis después de levantarse de otra caída. Médico jubilado prematuramente (como todos, añadió), de la antigua escuela, me dijo. Aunque esto yo no lo entendí. Él sonrió: Eres muy joven. Emeritense obligado por sus hijas a vivir en el Madrid de su juventud desde que murió su esposa. Ciudad Universitaria-Moncloa. Caminamos bajo un sol radiante que templaba nuestros cuerpos. Me contó de amores pasados, de su María, de los viajes en tranvía camino de la facultad, de lecturas en cualquier banco, de otras épocas, de otras batallitas con finales repetidos que ya escuché alguna vez.

Tendrás suerte, haz caso a este viejo.

Le sonrío mientras me alejo y le digo adiós con la mano.

22.9.06

Setenta balcones hay en esta casa,
setenta balcones y ninguna flor.
¿A sus habitantes, Señor, qué les pasa?
¿Odian el perfume, odian el color?


Y había una respuesta (tenía razón)... Cuando el amor es más fuerte... se construyen los recuerdos... se reinventan los sueños...

- Hasta que la muerte los separe
- Y después también...

21.9.06

A mi madre siempre le gustó escribir diarios. Eso y tocar el piano. Solía decir que las personas somos una mezcla de recuerdos y sueños. Por eso, se empeñaba en escribir todo cuánto pensaba y cuánto le sucedía, por si algún día tenía que echar mano de ello.

Mi hermana y yo pensábamos que no le faltaba razón. Mi madre sabía de todo y el almacén de su memoria tendría un límite. Eso creíamos nosotros. Ella podía responder a todas las preguntas que se nos ocurrían, fuese cual fuese el tema. Bueno, algo tenía que ir olvidando para recordarlo todo, ¿no? Porque a mi madre nada se le pasaba por alto. Sabía exactamente cuándo habíamos nacido, cuánto pesamos y medimos, cuál fue la primera palabra que dijimos y el lugar y la fecha exacta en que lo hicimos, cuándo se nos cayó el primer diente de leche, el tiempo que hacía el primer día que nos llevó al cole… Incluso, a veces, sabía qué estábamos pensando o qué nos preocupaba. Sabía todas esas cosas que después te das cuenta que saben todos los padres, pero que entonces a mi hermana y a mí nos maravillaban. Pero lo que más nos asombraba de ella era que pudiese transformar aquellos garabatos, que ella llamaba notas, en algo tan lindo.

Aún recuerdo la tarde en que nos contó la historia de su compositor favorito: Beethoven. Había ido, como cada día, a recogernos a la salida. Sobre Madrid caía algo parecido al diluvio universal. Estaba preciosa. Se había soltado el pelo y llevaba puesta la gabardina negra que mi padre le había regalado las Navidades pasadas. Nos esperaba en la puerta principal, con un paraguas enorme y los cuellos del abrigo hacia arriba. Sonreía. Ella siempre sonreía. Incluso hoy sigue sonriendo. Parecía una de esas actrices de las películas en blanco y negro que tanto le gustaban y que veía, los sábados por la noche, abrazada a mi padre, cuando nosotros nos íbamos a dormir. El agua no había dejado de caer con fuerza en todo el día, pero convencimos a mi madre para volver caminando. Mi hermana y yo íbamos ataviados con impermeables y botas de agua. A pesar de todo, llegamos a casa calados hasta los huesos. Mamá siempre nos dejaba saltar sobre los charcos. Después nos daba un baño caliente, nos sentaba en el sofá, nos tapaba con una mantita, nos traía chocolate y galletas y tocaba el piano. Aquella tarde yo estaba disgustado. Mis compañeros de clase no me habían dejado jugar el partido de fútbol con ellos porque tenía gafas. ¡Dónde se había visto un Pelé “cuatro ojos”! Por eso, mientras fuera seguía lloviendo a cántaros, mi madre tocó la 9ª Sinfonía.

- ¿Te ha gustado?

Lo cierto es que yo estaba impresionado. Incluso la pequeña había dejado de enredarme en el pelo, cosa que me ponía bastante nervioso, y se había quedado absorta.

Mi madre me miró mientras bebía de la taza aún humeante.

- Es la 9ª Sinfonía y la compuso un señor llamado Beethoven. ¿Y sabes qué? Cuando lo hizo, estaba sordo. No oía absolutamente nada. Todo lo tenía en su cabeza.

No importaba ser diferente. No había obstáculos que pudiesen frenar los sueños de cada uno. Esos obstáculos los poníamos y lo quitábamos nosotros. Ésa fue la lección que aquella mujer de ojos negros nos enseñó una tarde de lluvia. Después se sentó entre los dos y nos abrazó muy fuerte.

Puede que ella ni siquiera lo recuerde. O puede que eso también lo escribiese en uno de sus diarios. Nunca nos decía qué escribía. Y nosotros, a pesar de la curiosidad, nunca lo habíamos leído. Nunca hasta hoy. Es por eso que ahora mismo estoy escribiendo esto. A mano y con su pluma. Tal y como ella hacía. Sobre el piano.

He venido a la casa de mi niñez a recoger algunas cosas. No pensaba estar aquí más del tiempo necesario. Un par de horas a lo sumo. Pero encontré este cuaderno de tapas verdes sobre el piano. Mi padre se había llevado a mi madre a pasar el fin de semana al campo. No sé si fue una buena idea, pero tuvieron que volver rápidamente. Todo se había precipitado y mi esposa se había puesto de parto. Hoy tuve mi primer hijo. Me hubiese gustado que fuese una niña y que se pareciese a su abuela… Aún así, soy el hombre más feliz de la Tierra. Sólo hay una cosa que me entristece un poco y es que no sé si puedo decir que recordaré este día toda mi vida.

El caso es que no sé muy bien qué hago aquí. Debo llevar horas escribiendo sin sentido. No sé hacerlo como lo hacía ella. Pero mi hermana estuvo de acuerdo en que estaría bien. Lo de continuar el diario y recordar (volver a pasar por el corazón, que dicen algunos), por si acaso algún día hay que echar mano de ello. Me prometió que también ella lo hará y también nuestros hijos y nuestros nietos.

Creo que a mi madre le hubiese gustado ser escritora. Le encantaba leer e inventar cuentos de hadas, dragones, príncipes y princesas y caballeros con espada. Recuerdo el pequeño estudio de la casa lleno de libros y de cientos de hojas escritas por ella por todos lados. También le hubiese gustado ser pintora. Ella siempre decía que lo que más le gustaba en el mundo era ser nuestra madre y la esposa de mi padre. Yo creo que si le hubiesen preguntado, hubiese respondido que le encantaría ser actriz. Curiosamente, su película favorita era Gilda. La había visto cientos de veces abrazada al amor de su vida. Recuerdo que ella siempre se reía cuando mi padre le decía que ella era mil veces más guapa que la tal Rita.

Mi madre empezó este diario hace tres años. Apenas ha escrito veinte páginas… Hace mucho mucho tiempo que escribió la última. Al más puro estilo. Con una cita que hizo suya:

Mis recuerdos han empezado a borrarse” Rita Hayworth

Hoy fui a buscarlos a la estación para llevarlos al hospital a conocer al pequeño de la familia. Su primer nieto. Mi padre estaba radiante. Parece, incluso, que lo de ser abuelo le ha quitado años. Bajaron del tren como las parejas de las postales antiguas. Cogidos del brazo y con una vieja maleta de cuero marrón. La sonrisa siempre en los labios.

- ¿Dónde me lleva? – le preguntó a mi padre mientras caminábamos bajo la lluvia, como aquel día

- Preciosa –mi padre siempre la llamaba así- hoy vamos a conocer al pequeñajo de la familia

- Y este señor que nos acompaña, ¿quién es? ¿El padre del niño?

Es muy duro que tu madre no te reconozca. Es muy duro pensar que puede que ya ni te quiera, porque no recuerda cómo hacerlo. Nos dijeron que primero serían los cumpleaños y los aniversarios, después ciertos recuerdos, lo que había hecho hace un momento… Poco a poco, se le olvidaría dónde y con quién vive, no sabría si es de día o si es de noche, se olvidaría de comer, de cómo caminar, de leer… Temo el día en que se olvide de respirar…

Ahora nos toca a nosotros construir sus recuerdos. Ahora le toca a mi padre contar historias de dos. Empezará a leerle sus diarios.


Siempre he pensado que las personas somos una mezcla de recuerdos y sueños. Creo que sin ellos dejamos un poquito de ser nosotros para convertirnos en otros, o quizás en nada. Si nos roban los sueños, nos están robando el futuro. Si se pierden los recuerdos, se pierde el pasado. Entonces, el presente no tiene sentido.

Hoy "se celebra" el Día Mundial del Alzheimer. Se harán un montón de actos, saldrá en los periódicos y en la televisión y durante unas horas todos estaremos muy concienciados del problema. Mañana todo seguirá igual. Habrá mucha gente sin presente que dejará de importarnos. Por el momento, no hay cura posible. La solución pasa por la investigación con células madre. Parece que algún pasito vamos dando. Ójala no hubiese que contar historias como esta. No es más que otra historia inventada que puede ser la verdadera historia de mucha gente. Conozco un par de casos, pero son millones... No es justo que alguien pierda sus recuerdos... No es justo que una madre no reconozca a un hijo

19.9.06

¡Cómo pasa el tiempo! Y pensar que parece que fue ayer... Llamada de teléfono y notición: ¡Nueva hermanita! Tantas cosas... Ste preguntando de qué color es y Nelia, tan seria, con sus tres añitos de lógica aplastante, contestando consternada a los mayores que se reían: "pues también los hay negros"... Y pensar que hoy podrías no estar aquí, pensar en todo lo que pasaste con horas de vida, tan pequeña, tan linda... Entender después los llantos de todos... Una niña de siete añitos, sentada en el umbral de la puerta, cogida de la mano del pequeñajo de cuatro, que no entendían nada... "Teníamos nueva hermanita. ¿Por qué lloraba la gente desconsolada?"

Cuántos recuerdos, princesita, cuántas risas, cuántas confidencias, cuántos secretos... cuántos abrazos... y los que quedan. ¿Recuerdas? Las tardes de domingo, las excursiones a 'los canchos', los regalitos hechos a mano que me recibían cada fin de semana, los cuentos y las canciones para dormir, las noches en vela, las horas colgadas del teléfono... Y te me haces mayor... y casi ni me doy cuenta... y casi ni te veo... y ya son 17...

Te quiero, pequeña


17.9.06

Diarios de motocicleta


Argentina - Chile - Perú - Venezuela. A veces, la fiebre tiene estas cosas... De repente, desde tu cama te ves recorriendo América Latina a lomos de "La Poderosa"... Sientes el aire en la cara, el frío de la nieve, el agua que cala hasta los huesos, la sed de los mineros, la resignación del alma que se parte en dos en la despedida, la sorpresa de los leprosos que dejan de serlo y sonríen…

Te sientes parte de una historia que aún no termina, que ni siquiera sé si empezó, pero que mataron un poquito… Esa historia no sé bien de qué habla, porque de tanto oírla y contarla acaba reinventándose en cada boca, adaptándose a los intereses del narrador, perdiendo toda su esencia… Unidad, libertad, ideales, lucha por ser reconocidos como somos, ni más ni menos que el resto… iguales todos. Utopía quizás… pero todavía hay quien cree en estas cosas…

Por los sueños… por los viajes pendientes… por un guerrillero loco y por las locuras hechas realidad… por los planes que no se cumplen y cambian el rumbo de todo… también de la vida.

“Yo ya no soy yo, al menos no soy el mismo yo interior”. Ernesto Che Guevara –en una carta a su madre al final del viaje-.

15.9.06

No pude evitarlo...

"Yo soy el viejo de pueblo que se sienta en una piedra junto a su puerta esperando a ver quién pasa por la calle. Le interesa el mundo y, por eso, sale cada noche cuando refresca, pero no se levantará del poyete para ir más allá"


(...), pensador

-que no pensadora, por razones de la dictadura de la mayoría-

13.9.06

En medio de algo que comienza a parecerse a la rutina y de horas acumuladas de vuelo en globos aerostáticos fabricados con tela de colores y perchas; en medio de sueños quijotescos y planes de futuro sin futuro, viejas letras han unido mi pasado y mi presente, canciones que algún día tarareé de tanto escucharlas por la radio y que entonces y también ahora vuelvo a identificar con hechos, sonrisas, anécdotas, recuerdos... y personas especiales. Entonces era él... Hoy, a pesar de todo (el tiempo, los vanos esfuerzos, la ausencia) ya no... A él lo cambié por otro él. Tan diferentes... y la misma historia

Alguien, hace días, me 'regaló' una canción que, según recuerda algún personajillo con risa de duende -cuando no se enfada-, canté hasta cansar al personal en la acampada que pasó a la historia por varios hechos: los peinados con agua y azúcar, los garbanzos con cebolla y mahonesa (aún no me he recuperado del asco), las charlas a deshora -como siempre-, las redacciones de putas y penas de muerte, las historias de miedo con susto incluido que no me dejaron dormir, las aventuras del 'arlequín', las caminatas, la cama de David, Laura Pausini (¿?) y Alejandro Sanz...

En Madrid está lloviendo
y todo sigue como siempre
solamente que no estás
y el tiempo pasa lentamente
estoy loco por que vuelvas
hace tanto que te fuiste...

Esta noche en la radio volvió a sonar otra de esas viejas canciones. Ella baila sola...

por ti mi vida empeño
por un momento de verte sonreír
por ti mi alma vendo
a cambio del tiempo que necesites
para ser feliz

Dicen que "cuando estamos solos durante largo tiempo, llenamos el vacío con fantasmas". Puede ser...

5.9.06

Hasta siempre

Se acabó. Cerró los ojos y no pudo ni decir adiós.

Que no haya más despedidas... sin el cigarrillo en una mano y la copita de coñac en la otra.

Faltan tardes de verano, faltan historias, faltan carcajadas, faltan los caramelos de La Caixa... Vaya tomando ventaja, vaya buscando la sombra de una parralera donde acomodar la silla y el restaurante de nuestra próxima comida en familia. Como siempre. Como cada 15 de agosto.

Avui falten paraules. Adéu

4.9.06

Vocación: Ave Fenix


Ya lo dije una vez: yo también reclamo para mí los derechos a tener miedo y a ser cobarde... y a deprimirme y a no querer (o poder) levantarme y a quererte y a echarte de menos y a sentir que la vida es hoy un asco y que quizás no cambie mañana (o sí) y a rebelarme contra la muerte que nos acecha y a sentir el vacío que deja tu ausencia y a enfadarme por nada contigo, con ella y con todos y a negarme a pedir perdón porque no significa nada y a dejar de soñar y seguir haciéndolo contigo (porque tu recuerdo también me reclama el derecho a no irse así como así) y a marcharme bien lejos y a quedarme aquí y a quejarme del mundo y a seguir creyendo en las personas, aunque nos fallen, y a llorar hasta quedarme dormida y a no reír si no quiero (aunque quiera y aunque siempre lo haga)...

"Durante este tiempo, cada mañana su sonrisa aliviaba el peso del mundo". Ahora pueden pararlo porque hoy sí me falta.

Ya veré cómo hago para resurgir

1.9.06

Hoy no hay hueco para nada, ni siquiera para un café, ni para una copita de buen coñac (del de siempre, del de la botella de cinco litros), ni para las sobremesas de verano, ni para una sonrisa... Por un momento, la tristeza borra hasta los recuerdos, hasta los buenos recuerdos. Volverán, lo sé, pero no ahora. Hoy las palabras no tienen dueño. No hay palabras capaces, no hay palabras de consuelo. Todo suena a lo ya dicho, como si no importara. "Viven si los pienso", escribió alguien. Hoy aún puedo decir que vive mientras lo pienso y tengo miedo a dejar de pensar y que ello tenga sabor a despedida. Al último adiós. "El adiós de cada uno de ellos anticipa el nuestro propio", escribían hace no demasiado tiempo. De nuevo las coincidencias, ahora sin sorpresas. Sin lindas sorpresas. Pero hoy el temido adiós no anticipa el nuestro, sino las lágrimas de los que se quedan. El llanto amargo de una Señora (sí, así, con mayúscula) que ve cómo se le va su amor, el de toda la vida, en una triste cama de hospital. Hace una hora hablé con ella... a pesar de que ninguna teníamos las fuerzas necesarias para hacerlo. Casi todo fue silencio. Del que corta, del que duele en lo más profundo. Sentí su falsa fuerza al principio, su dar ánimos al resto del mundo cuando ya le flaquean las piernas y le tiembla la voz. Sentí su derrumbe en segundos y, lo que es peor, sentí caer sus lágrimas. No lo soporto. No hay nada en este mundo que más odie que la tristeza y las lágrimas de la gente que quiero. La impotencia de la distancia y de no saber qué decir porque no hay nada que decir. Nada más. Sólo que la vida es injusta; que, a veces, es una mierda. Sí, así. Que no bastan los sueños, ni las oraciones, ni la esperanza cuando te dicen que no pueden hacer nada por salvar una vida. Por salvar también tu vida porque somos uno. Que esa vida se va, sin remedio, sin que la dama de la guadaña pida permiso a nadie. Ella sólo acecha, como los cobardes...

28.8.06

Últimamente

A veces, cuando los peces pierden la memoria, recuerdan tiempos mejores y añoran los que han de venir (aunque nunca lleguen)

Últimamente ando algo perdido,
me han vencido viejos fantasmas,
nuevas rutinas.
Y en cada esquina acecha un ratero

para robarme las alhajas, los recuerdos,
las felicidades.
De un tiempo a esta parte

llego siempre tarde
a todas mis citas.
Y la vida me parece una fiesta

a la que nadie
se ha molestado en invitarme.
De un tiempo a esta parte

me cuesta tanto, tanto, tanto, no amarte,
no amarte.
Últimamente ando desconcertado,

así que ponte a salvo,
porque en este estado
ando como loco.
Y me enamoro de mujeres comprometidas,

llenas de abrazos, llenas de mentiras.
De un tiempo a esta parte,

a mi amor propio algo le falta,
lo has dejado unos puntos
por debajo del de Kafka.
Y la vida me parece una fiesta

a la que nadie
se ha molestado en invitarme.
De un tiempo a esta parte

me cuesta tanto, tanto, tanto, me cuesta tanto
no amarte.
Últimamente planeo una huida

para rehacer mi vida,
probablemente en Marte.
Seguro que allí no hay nadie

empeñado en aconsejarme:
"Ismael, ¿qué te pasa?
No estudias, no trabajas".
Y qué vamos a hacerle,

si es que últimamente
ando algo perdido, si te necesito.
De un tiempo a esta parte

me cuesta tanto, tanto, tanto, me cuesta tanto
no amarte.
Han de venir tiempos mejores,

cometeré más errores, daré menos explicaciones,
y haré nuevas canciones
en las que te cuente cómo,

últimamente, son tan frecuentes
tristes amaneceres ahogando mis finales,
repetidos, cansados, miserables,

llenos de soledades.
De un tiempo a esta parte me cuesta tanto, tanto, me cuesta

tanto no amarte.

(Ismael Serrano)