22.5.08

Julián Besteiro - Ciudad Universitaria

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Voy a dedicarme a contar miradas perdidas. Y después de contarlas, las meteré todas en un saquito y les preguntaré hacia dónde van.
Creo que el Metro es el lugar donde más miradas se pierden: tras un escote, en otros ojos, en la sonrisa de un niño... Casi siempre son miradas de reojo, escurridizas, vergonzosas; miradas que huyen cuando te las encuentras cara a cara... A veces, son miradas egoístas las que se levantan de un libro para volver a él si entra una mujer embarazada. Otras, son ancianas miradas de rencor a la entrada o salida del vagón porque los ojos que te miran son de los que ya van con prisas a todas partes por miedo a no llegar nunca. En ocasiones, las miradas forman triángulos concéntricos de mil y una puntas, estrellas cuyos vértices convergen en muchos puntos a la vez.
Las mías se pierden en los zapatos de los viajeros... y en ti si viajas conmigo.

6 comentarios:

skldá dijo...

¿Sabes? ese era el tema del texto que después de escrito borré anoche... de la última mirada que crucé con Diego... hace ya tanto... tenía una camisa blanca de manga larga y vaqueros, estaba debajo del almendro de mi facultad, cuando me miró bajé los ojos y aligeré el paso, aun sabiendo que podría ser la última vez que lo viese... y así ha sido... le echo mucho de menos... pero ya da igual...

las únicas miradas que merece la pena pararse a contar son las miradas cómplices... son tan elegantes...

ss

skldá dijo...

Pues una hora o así después mi mirada se ha perdido en sitios nuevos para mi buscando respuestas, pistas, un rayito de luz tal vez... no sé,no concluyo nada que no te dijese ayer... esto no es más que un "viejo rincón de mi triste pasado... yo como tú también seré olvidado... bailemos juntos hasta el despertar del sol... disfrutaremos de este gran final, del corto adiós... eternidad, hoy escribiré tu fin... tanto horror tanto mal se merece morir... nunca pensé que llegara el momento en que en mi interior se creara el silencio... todo lo que yo fui, todo aquello murió..." sonaba mientras escribía, le falta al texto la voz de Victor... es tan solo una de tantas canciones que nunca me canso de escuchar de Warcry...

al final, me revienta que estés triste (aunque sea un pequeño momento de cada día) por quien no lo merece, a pesar de lo que digas.

Nadie es especial por ser distinto, lo que hace a las personas especiales es el afecto que nos dan y quienes no saben darlo ni valorarlo en los otros pueden ir cogiendo la puerta, dejándo de mirarse el ombligo y desaparecer...

ves, ya me ha puesto de mala leche...

pos na, voy a por mi pastilla amodorrante, a ver si pillo la cama, aunque luego no encuentre postura en la que no me duela todo...

vaya testamentos que me hace escribir la mala leche...

a ver si tú te estiras tanto en el mío, que además he hecho lo que tanto te gusta a tí... foto y ya está..

ss

Anónimo dijo...

ay!
que me he quedao dormido...!

buenos días....cuidado con el metro que un día nos encontramos con "el callao" de Lima, venia de trabajar nosecuantashoras por unamierdadedinero y encima el vagon se habia estropeao....más bien estaba pedo...buena experiencia en el metro para ser de las primeras...


que sea un fructífero día, yo ya comienzo mal, tarde, y legañoso...

grrrrrrrrrrr

:)

violetazul dijo...

A mi en el metro me gusta contar y mirar zapatos..
Muchas veces las miradas me asustan
Besos

Anónimo dijo...

Le escribo a quien habita en el cuarto de las escobas, pero va y viene entre los ríos y arroyos de gente en la gran ciudad; he leído las miradas posibles, la del niño es soberbia, la de quien lee (aquí la cultura pasa a ser motivo de sospecha y van mis aplausos); en cuanto a la mirada de los ancianos, me parece que aunque llegaste cerca, le erraste al bochín.
Un abrazo para este habitante de xavier.

Adijirja dijo...

Ya ves, a mi me gusta mirar a la gente que no conozco a los ojos. Es curioso, porque suelen quedarse azorados y la mayoría acaban saludándome y seguro peinsan... Quien sera?? su cara me suena...