"Seremos lo que hagamos juntos". Carta a D.

_

"Recién acabas de cumplir 82 años. Y sigues siendo bella, elegante y deseable. Hace 58 que vivimos juntos y te amo más que nunca. Hace poco volví a enamorarme de ti una vez más y llevo de nuevo en mí un vacío devorador que sólo sacia tu cuerpo apretado contra el mío. Por la noche veo la silueta de un hombre que, en una carretera vacía y en un paisaje desierto, camina detrás de un coche fúnebre. Es a ti a quien lleva esa carroza. No quiero asistir a tu incineración; no quiero recibir un frasco con tus cenizas. Oigo la voz de Kathleen Ferrier que canta Die Welt ist leer, Ich will nicht leben mehr* y me despierto. Espío tu respiración, mi mano te acaricia. A ninguno de los dos nos gustaría tener que sobrevivir a la muerte del otro. A menudo nos hemos dicho que, en el caso de tener una segunda vida, nos gustaría pasarla juntos".


Último párrafo de la carta que André Gorz escribe a su mujer, Dorine, pocos meses antes de que los dos apareciesen muertos. Un suicidio compartido ante la idea de vivir sin ti mismo, que es lo que ocurre cuando dos se convierten en uno. Cuando uno se pregunta “qué era lo accidental a lo que debía renunciar para concentrarme en lo esencial".

Joaquín Estefanía** nos regala esta historia de martes por la mañana. Historias de viejos...


* "El mundo está vacío, no quiero vivir más"
** http://www.elpais.com/articulo/cultura/Nos/amaremos/despues/muerte/elpepucul/20080429elpepicul_1/Tes