6.10.07

6 de octubre


Ma belle:

Dadou ha vuelto a la rue Mouffetard. Yo aún dormía cuando ha tocado a la puerta como un suspiro, con esa delicadeza suya de no llamar la atención más de lo necesario. Y dice que es poeta. Poeta, ya ves. ‘La fille du portrait. Elle est ici, à Paris’ ‘Ma belle? Ce n’est pas possible’ ‘Oui. Je l’ai vu’ Dadou ha soñado contigo. Os llevaríais bien, ya lo sabes. Dijo que te vio paseando por el barrio Latino, con la mirada ausente y que te protegías del aguacero bajo un enorme paraguas. Dijo que pasaste horas posando para un pintor callejero. Ella compró el retrato para enseñármelo. Dijo que no lo creería. Pero la lluvia había estropeado el óleo y el lienzo era un conglomerado de luces de colores. Lo extraño es que hoy no ha llovido en París.

A veces, te echo de menos. Entonces, saco de la cajita roja el pañuelo y la boina que me compraste en Madrid. ‘Para que te vistas de francés’, me dijiste tan muerta de la risa como te dejaba la pena. Vestido ya de francés, salgo a pasear por las callejuelas de esta orilla del Sena. Sigo buscando la librería, esa librería de calle angosta, puertas de madera y olor antiguo que íbamos a comprar. ¿Te acuerdas? Una tiendecita pequeña, con olor a café y tipos bohemios, que te hablarían del ayer, del hoy y del mañana, mientras tú, con los codos apoyados sobre la mesa y las manos en las mejillas, los mirarías absorta. Ellos te querrían, tanto como yo, y harían versos sobre tus ojos y dibujarían tu sonrisa y mientras yo, apoyado sobre el marco de la puerta de la trastienda, me moriría de celos. Pero tú nunca lo sabrías. Hoy, mientras hablaba con Dadou, te echaba de menos. Pero ella no eres tú.

Dadou me leyó algo que había encontrado en el bolsillo de su gabardina. Te gustará, ma belle.


Ce n'est pas cela...

Ce n'est pas cela. J'essaie de conserver mon corps en bon état. Je suis peut-être mort, je ne sais pas. Il y a quelque chose qu'il faudrait faire, que je ne fais pas. On ne m'a pas appris. Cette année, j'ai beaucoup vieilli. J'ai fumé huit mille cigarettes. Souvent j'ai eu mal à la tête. Il doit pourtant y avoir une façon de vivre ; quelque chose que je ne trouve pas dans les livres. Il y a des êtres humains, il y a des personnages ; mais d'une année sur l'autre c'est à peine si je reconnais leurs visages.

Je ne respecte pas l'homme ; cependant, je l'envie.



Escribe pronto, ‘que lentement passent les heures...’ ¿Recuerdas el poema?

A bientôt, ma belle!

No hay comentarios: