13.12.06

Es curioso... oí a alguien decir que había dejado de leer libros de Cortázar para que no se le acabasen nunca... por la noche, alguien me confesó que había tratado de no encariñarse mucho con la nueva música de Antonio Vega, con la única razón de no coger aprecio a quien se va en nada... Junto a Tu llamada, encontré esto...


TREN LITERA (Antonio Vega)

Cuando aún no son las cuatro de la mañana, el frágil sueño de Aldo se ve roto por un extraño y frío ruido metálico. Enciende un rato la luz y el silencio vuelve a brillar. Todavía con los ojos pegados deja escapar una leve e improvisada sonrisa, detrás de la cual se encuentra el pleno sentido de un mundo de timbres, tonos y armónicos mezclados entre montones de cables liados por el suelo junto al título de canciones y letras, en un irracional anacronismo. En este momento Aldo recupera el sueño y la caricatura de un local de ensayo, aparece ante él de forma grotesca, contorneándose las líneas rectas, redondeándose las esquinas y en la inquietud de su sueño todo cobra un ligero movimiento de vaivén. Como en la salida de un túnel, reviven la luz, los colores y el pasar del tiempo, en forma de monótonos postes de alta tensión, como segundos acelerados e inexorablemente ciertos. Más allá del tiempo, las imágenes, furtivas aquí y estáticas allí, se traducen en palabras y frases ordenadas, componiendo un mundo onírico excitante, cálido y calmo.

Entre los árboles nadie le acompaña pero no está solo. En la carretera todos le acompañan y se siente solo y en medio, un descampadodonde nadie le acompaña y está solo. No ha de doler la picadura de la avispasino molestar. No ha de molestar la picadura de la abeja sino ser la advertencia a un mal gesto. Tiempo quieto, horas tranquilas líneas rectas de horizontes, campos. Historias propias de un día de otro día originales. Una imagen cautiva en un puño cerrado cogida al vuelo y por los pelos. Los pelos enredados entre los dedos. O el escalofrío de los dedos entre los pelos. Mano inquieta sin guanteen un bolsillo lleno de bruma de un pantalón, casi hasta el nudo que cayó desde la garganta pero al que nunca dio la patada definitiva. Esto, lejos de parecer trágicono es, sino la parte de abajo de un traje encajado a medida de unos gestos y de una forma de hombros.

El ruido del tren traqueteando no volvió a despertar a Aldo, que siguió perdido tras los postes en alguna parte del horizonte inmóvil.

3 comentarios:

Pauly dijo...

En serio escuchaste eso de que dejó de leer libros de Cortázar... es curioso, porque mi amiga chilena, que creo que alguna vez te he hablado de ella, que me vino a ver hace muy poco dice eso constantemente...
Te dejo su blog para que leas lo que dice y lo que sintió cuando estuvimos juntas en la tumba del argentino. http://alucinadaconsumaletadepiel.blogspot.com/
Un besito nena y avísame cuando vengas a Madrid... para que nos veamos... que aunque no lo creas, te extraño!
Pauly

Anónimo dijo...

Pues seguriamente, tan cierto com que alguien no quiere coger cariño a Antonio Vega... aunque, te cuento también, no lo consiga...

skldá dijo...

woo-hoo!!! estas muy vaga, a ver si nos espabilamos que te voy a poner muchos negativos esta evaluación (JJJi). ¿Se elige el cariño? desde mi punto de vista hay veces que nos sobra demasiado y nos gusta decir que no hemos empezado a querer... teniendo en cuenta que la vida se te puede escapar en cualquier instante, deberíamos ser más sinceros con nosotros mismos y sacar a cada instante lo que todas esas personas especiales puedan ofrecernos para hacer nuestra vida un poquito mejor... o tal vez me equivoque como siempre... ah!! de todos modos tienes nueve ejercicios pendientes, la parte teórica, ya sabes que en cuanto los hagas vendrá la parte práctica...ss