1.10.06

Siete

Y al final es cierto y el tiempo pasa demasiado rápido, incluso ahora que aún no cubre de canas el olvido ni el pasado se cuenta por décadas... Y ya van siete... Tal día como hoy, ya ayer, del año 2000... Y comienza el séptimo... Como todos... Con las lágrimas en los ojos, intentando echar a un lado la incertidumbre y el miedo, recordando viejos sueños, haciendo acopio de fuerzas y sintiendo el vacío "que pasará... cuando llegue otro". Llorando... como comienza la propia vida y como se va también. Brindando... por los éxitos que fracasaron... por los fracasos que tuvieron éxito. Con algunas despedidas que quisieron serlo y con más de una que no... Con ciento y un amor pasajeros... Con un par de los que duelen, de los que se leen entre líneas y de los que queda más de lo que quisiera... La noche y el día, el principio y el final, el uno y el siete, el recuerdo con sonrisa y la sonrisa con nostalgia, el corazón dolorido elevado a sí mismo al que sólo sanaría una raíz cuadrada demasiado honda... "Y algo más que nadie sabe lo que es y que es lo único que importa".


Por el nuevo año, por el siete, por que la suerte se ponga de nuestro lado, aunque no sea suerte, por los planes a medias, por los viajes sin destino, por los equipajes que se quedan aquí, hoy y siempre, para ir a cualquier parte, por la magia que nos tiene felizmente nostálgicos o nostálgicamente felices, por los "ójala" ("ójala mi 'te quiero' te arrancase una sonrisa"), por las sorpresas y por los puntos suspensivos...


"Soy un tipo profundamente pesimista y descreído, de esos que cada día se hacen el truco de que la vida es fantástica para seguir viviendo. Cada día tengo más a raya el pesimismo porque es la única manera de poder vivir"

(Yo también sé jugarme la boca. Sabina en carne viva. J. Sabina y J. Menéndez Flowers)

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