4.9.06

Vocación: Ave Fenix


Ya lo dije una vez: yo también reclamo para mí los derechos a tener miedo y a ser cobarde... y a deprimirme y a no querer (o poder) levantarme y a quererte y a echarte de menos y a sentir que la vida es hoy un asco y que quizás no cambie mañana (o sí) y a rebelarme contra la muerte que nos acecha y a sentir el vacío que deja tu ausencia y a enfadarme por nada contigo, con ella y con todos y a negarme a pedir perdón porque no significa nada y a dejar de soñar y seguir haciéndolo contigo (porque tu recuerdo también me reclama el derecho a no irse así como así) y a marcharme bien lejos y a quedarme aquí y a quejarme del mundo y a seguir creyendo en las personas, aunque nos fallen, y a llorar hasta quedarme dormida y a no reír si no quiero (aunque quiera y aunque siempre lo haga)...

"Durante este tiempo, cada mañana su sonrisa aliviaba el peso del mundo". Ahora pueden pararlo porque hoy sí me falta.

Ya veré cómo hago para resurgir

1 comentario:

Melena dijo...

Me encanta esta reivindicación de tus derechos "me-da-la-ganarios".
La posibilidad de reir o llorar, de cabrearnos (como dirían ustedes), de sentir que la vida apesta y que en teoría nada importa, es una elección muy personal y a la vez un derecho muy propio. Pero recuerda, mi niña, que siempre se puede resurgir, por más cómodo y fresquito que sea descansar entre las cenizas...