3.8.06

_mensajes en una botella

Celebraban el mes del mar. Daniela arrojó a las aguas una botella con un mensaje dentro. Dos años depués, recibió una respuesta inesperada. Su peculiar barquito quedó varado en las arenas de la Polinesia Francesa. Desde allí, contestó un marino. Daniela ahora sabe que más allá del horizonte seguramente habrá alguien con quien podrá comunicarse.

La vida, a veces, tiene estas sorpresas...

Por eso hoy, a medio camino entre la nostalgia de no sé muy bien qué, una tristeza tonta y una lágrimas de plástico azul mezcladas con la sonrisa que sólo proporciona el saber de abrazos cercanos (de esos que llegan al hipotálamo) y el recuerdo de una bonita conversación de buenas noches, les dejo mis mensajes en una botella. Recordando, a la vez, que quizás, como dice Jorge Drexler, "esto que estás oyendo, ya no soy yo, es el eco, del eco, del eco de un sentimiento".




Carmen, para usted el primero, por razones más que obvias: MUCHAS FELICIDADES. Sé que mañana es un día especial para usted. Deje a un lado cualquier resquicio de tristeza, ármese con una bonita sonrisa y páselo bien. Póngase linda y salga a bailar. Y recuerde que allá arriba alguien brinda por vos. Por razones también obvias, el segundo mensaje de la botella es para María Elena: más de lo mismo, deje a un lado la botella de whisky en la que pretende ahogar penas (usted una vez me dijo que no servía de nada porque las penas nadaban), no deje que le gane la nostalgia y trate de tener su sonrisa dispuesta. Estoy segura de que su felicidad llegará este fin de semana a donde tenga que llegar. El tercero, ya para no perder la costumbre, para mi chico favorito (a pesar de no creerse lo de que algún puestillo ha escalado en los últimos días): páselo bien en su tierra, descanse, que se lo merece, y disfrute de los buenos amigos, de su sobrino, de las comidas de mami y del calorcito andaluz. El cuarto, para Món: no creo que pueda verla antes de su partida, por lo tanto, disfrute de su caos lindo y querido, de su gente, de su comida, de su música, de todas esas cosas que tanto extrañó y extrañenos un poquito, sólo lo suficiente como para tenerla de vuelta pronto. ¡Buen viaje! El quinto para Jonás, que también se vuelve a casita y que me consta que lo está deseando. Disfrute de su gente, de su mar, de su playita (¡qué envidia!) y guarde en su mirada algo de esas aguas para que pueda compartirlo después con nosotros. El resto de los mensajes para los Rodríguez, que se quedan en Madrid por vacaciones: Álex, Ana María y mi escuinclA. Ana María, quiero mi café y mi tutoría a la vuelta. Pero antes, páselo bien el finde, coma mucha zanahoria y procure no romper más objetos, que luego le da penita. (¡Ah! Me parece que la cinta que le prometí de Gila no se oye bien; no obstante, el libro sigue intacto). Cuidese mucho, Pauly, no ande muy escotada, que luego se me resfría y no puede ir a trabajar y no haga muchas locuras (o sí). Y Álex, te veo el lunes en la radio. Disfrute de su familia, de sus amigos y no se prepare demasiado el tema que luego nos deja en ridículo ante media España. ¡Ah! Se me olvidaba: dos últimos mensajes para dos angelitos que no sé si se pasarán por aquí o no. A ambos les debo un mail y una llamada de teléfono -dependiendo del caso-, un "gracias", algunas preguntas y algunas impresiones de la vida y de la no-vida, en algún caso.

Mientras, un besote a todos. Sean felices.

Bueno, yo mañana también me voy a casita. Me esperan una bonita comida familiar de las que recuerdan que el amor es lo que tiene y que llegará después de una caminata por mis montañas en la mejor compañía (mi abuelo, mi madre y mi hermana): tres generaciones de nuevo que subirán escarpadas laderas, cuando aún alumbra la luna, que pararán en lo alto a ver amanecer y bajarán hasta Guadalupe con una brisa fresca golpeando la cara. Con paso firme y ligero. No podía ser de otro modo si caminas al lado de ese gran señor de pelo blanco, con más años que arrugas y muchos más sabios consejos que compartir contigo. El mismo que cuenta historias de la vida que jamás imaginarías y con un espíritu más fuerte y más joven que cualquiera. Vuelvo a mi cielo azul, a ver las estrellas brillar por la noche, mientras se oye el cantar de los grillos y el correr del agua. Vuelvo a pisar mis calles, a mantener una seria conversación con mi perro mietnras intento que el canario se calle un ratito y que el pez deje de saltar, ¡que salpica! Vuelvo a contar a mi nena mis últimas sorpresas, mis penas y mis alegrías. Vuelvo a mis charlas con 'memé', a las 'discusiones' que terminana en carcajadas con mi hermano, a compartir una cama de madrugada con mi hermana, mientras desde el otro lado de la pared alguien dice "a dormir, que es tarde". Vuelvo a las carreras con mi padre, a las risas sin sentido... Vuelvo a ver a los veraneantes, a quejarme de los madrileños que molestan por la noche. Y planeo un reencuentro. Tal vez dos. A ver qué pasa!

Y prometo volver con la sonrisa dispuesta y habiendo dejado por el camino las inseguridades, las tristezas y las nostalgias de este año raro. Prometo volver con el serrucho de carpintero para empezar a armar sueños.

¡Vaya! Después de releer, creo que me puse un poco nostálgica y radical con el post (sí, ya sé que es muy muy largo). Debe ser el insomnio, que sigue intacto.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Y aunque no te lo creas, me lo he leído enterito, para que luego no me digas :-P

Disfruta toda esa paz de la montaña, llénate de todo ese relax que debe salir de entre las arrugas de tu abuelo y disfruta mucho. Lo bueno de lo duro que ha sido este año es que valoramos mucho más lo que tenemos en casa.

Un besazo muy grande, mi chica favorita, hágame el favor de cuidarse mucho y sea feliz en mi ausencia. Se le quiere, que lo sepa.

cj dijo...

Mi niña querida, muchisimas gracias por haberme dedicado un pequeño espacio en tu escrito..si, mañana sera un dia un tanto dificil..pues con los años tambien llegan los recuerdos, las nostalgias, los signos de interrogación (bueno y también los de admiración)trataré de hacer todo lo que me sugirió,aunque debo decir que será un tanto difícil..pero lo intentaré
Un besito y hasta el proximo taller de carpintería

Melena dijo...

Muchas gracias, Vane. Te prometo que este fin de semana pelearé en contra de la nostalgia y a favor de la sonrisa.
Tú pásatelo muy bien con tu familia, disfruta de la reunión de las generaciones y de una celebración de esas que se ven pocas veces...
Un abrazote!!!

ana dijo...

jejeje que divertido!

yo espero el café, y el martes toca la carpintería,
así que ya nos vemos muy prontito :)

oye y el programa de radio también quiero que me lo graben!!

Món dijo...

Niña! gracias por acordarte de mi en este lindo post que me leí enterito, aunque lo dudes. Sí, voy y vengo; sí, los extrañaré; sí, México se me viene encima, incluso antes de estar allá y me da un poco de miedo, pero bueno, hay que dar la cara al pasado para regresar firme al presente que hoy construyo.
Camine mucho con su abuelo y bese indiscriminadamente a su madre, a su hermana y a todo aquel que ha estado en la distancia física.
Nos vemos prontito.
Bss