9.1.08

eternidad

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Doce horas no es una vuelta de las manecillas del reloj... es la ventaja que te da la noche para llenar el vacío de tu cama.

Y doce horas no es la otra vuelta... sino los instantes de placer que te concede el día para romper el sueño.

Reo. Condenado a muerte. Patíbulo. Verdugo.

Y el tiempo se me escapa entre tus dedos en esta última escapada.
Los minutos resbalan por tu espalda.
Los segundos se cuentan en tu boca, al ritmo de un beso... tic... y otro beso... tac

Herido de muerte. La última voluntad. El último ad...

Las horas se apuñalan unas a otras para volver a verte… tictac tictac tictac
Y en vez de morir, se multiplican y se convierten en días, en semanas, en meses, en estaciones.
Y cambia el año.
Y vuelve el invierno.

Tic tic Tic tic Tic

Y la cuenta atrás, que nunca termina… O puede que sí.
La cuenta atrás termina en la eternidad.

Pero allí ya no hay segundos, ni minutos, ni horas, ni días, ni semanas, ni meses, ni años.
Ni besos.
Ni siquiera invierno.

El último suspiro…
Tac

Eternidad.

Nada

1 comentario:

Anónimo dijo...

e-t-e-r-n-i-d-a-d... la que se empeña en esquivarte cuando tratas de dejar una huella en el mundo, dicen que para que otros sepan que exististe... como si importase algo... pero hasta las huellas tienen fecha de caducidad... hasta las huellas mueren... todo se marchita, se acaba, desaparece, hasta el "invierno más cabrón" se derrite...

dice Mary Shelly, en el cuento el mortal inmortal:

" he mirado las azules profundidades de muchos lagos plácidos, y el tumultuoso torrente de muchos ríos poderosos, y he dicho: la paz mora en esas aguas... Sin embargo, me he alejado de allí para vivir un día más"

f. life!!