22.10.07

Imprescindible, Neil

Dicen los entendidos que sus mejores discos ya han sido grabados. Incrédula que es una, prefiero los últimos, a excepción claro, del mítico "Everybody knows this is nowhere", grabado al alimón con Danny Whitten, Billy Talbot y Ralph Molina, Crazy Horse a la sazón. Y no es simple elección, pero que te diagnostiquen un aneurisma cerebral y grabar después "Prairie Wind" (2005) y "Living with war" (2006) me parece toda una hazaña. Pasar de un acústico increíble, de tardes de invierno en que llueve, a un eléctrico ardiente de voz quebrada, poético, desgarrado y protestón no está al alcance de cualquiera. Acusado de simpleza al no dar soluciones y limitarse a decir 'no' a tantas cosas, a la guerra de Irak (manido tema ya) y a la gestión Bush, a veces, basta sólo con estar ahí, a pesar de todo. Más cuando ese pesar se convierte en un trabajo valiente censurado en más del 80% de las cadenas de radio estadounidenses. Él es Neil Young, ese niño canadiense que prefería su guitarra a los estudios... el mismo que sigue creyendo en que: “Si para defender la libertad hay que sacrificar parte de la nuestra, habrá que aceptarlo”.

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