21.2.07

sin número


Supongo que me deprime estar aquí hoy... poco ha cambiado, salvo el color de las paredes y algunas caras. Aún así, es imposible esconder el gris y esta sensación de agobio, de nostalgia, este calor que te golpea en la cara y te apesadumbra los párpados. De acuerdo. No es el mejor día para volver a sentarse aquí. Los cafés, aún inyectados directamente en vena, no cumplen. Estoy cansada, asqueada, dolorida, soñolienta. JO.DI.DA (que dirían otros). Dejo que el tiempo pase. Aguardo las seis. Para entonces, llevaré doce horas en el mundo de los vivos. Subiendo, bajando, entrando, saliendo, hablando, callando, sonriendo, escribiendo, escuchando, tecleando. Así, en frío, sin azúcar, sin paracaídas si quiera. Casi sin tiempo para pararme a pensar. Ni en mí ni en nada. Hasta ahora... que acude a mi mente aquel primer día... David y las segundas vueltas, mis chicas, los exámenes a los que llegamos tarde, las pelis, los rayos de sol en el césped, la linterna roja y angustia, Miguel, las clases de las ocho de la mañana y las de las nueve de la noche, Rafa y la radio, las despedidas, las fiestas, el chico del pantalón vaquero y la camiseta blanca... tantas cosas, tanta gente, tantos recuerdos... Seis años condensados en imágenes proyectadas en estos viejos mueros, como el 2 y Michelín. Tengo ganas de marcharme. De meterme en la cama y cerrar los ojitos. Ya está bien por hoy. Mañana será otro día. Aunque... sólo son las cinco de la tarde... sólo falta la mitad de lo vivido...

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Hubiese preferido que se quedase en casa... y echase un traguito de bayleis en sus nuevas tazas de café.

Hubiese querido también que no dejara de contarme si aún existe un mismo coordinador de tesina en camino...

Espero sus noticias... mil besos

Anónimo dijo...

bueno, aunque me riñas luego pierdo un ratito para mandarte un besote, ya sabes que últimamente ni respiro, pero... de todas formas, ssssssssss