17.9.06

Diarios de motocicleta


Argentina - Chile - Perú - Venezuela. A veces, la fiebre tiene estas cosas... De repente, desde tu cama te ves recorriendo América Latina a lomos de "La Poderosa"... Sientes el aire en la cara, el frío de la nieve, el agua que cala hasta los huesos, la sed de los mineros, la resignación del alma que se parte en dos en la despedida, la sorpresa de los leprosos que dejan de serlo y sonríen…

Te sientes parte de una historia que aún no termina, que ni siquiera sé si empezó, pero que mataron un poquito… Esa historia no sé bien de qué habla, porque de tanto oírla y contarla acaba reinventándose en cada boca, adaptándose a los intereses del narrador, perdiendo toda su esencia… Unidad, libertad, ideales, lucha por ser reconocidos como somos, ni más ni menos que el resto… iguales todos. Utopía quizás… pero todavía hay quien cree en estas cosas…

Por los sueños… por los viajes pendientes… por un guerrillero loco y por las locuras hechas realidad… por los planes que no se cumplen y cambian el rumbo de todo… también de la vida.

“Yo ya no soy yo, al menos no soy el mismo yo interior”. Ernesto Che Guevara –en una carta a su madre al final del viaje-.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Y era cierto.

Esos yo... el yo Guevara, el yo de Bolivia, de Chile, de Perú, de Brasil, de Argentina, de Colombia... de Cuba, son yos que pasan inmunes al paso de la historia cambiando tan rápido que no afectan al mundo. O eso piensan los que viven a este lado del reflejo. Porque desde la cara sur del planeta el mundo, dicen los que saben, los yos que cambian con sus sueños siempre vivos... que las venas estan bien vivas... que no dejan de sangrar porque las venas siguen abiertas en América Latina.