Hablé hasta que fue demasiado temprano para decir "buenas noches"... Lloré hasta decir basta, hasta que mis ojos hinchados enrojecieron y mi mente cayó rendida... Dormí sin haberme metido en la cama, sin limpiarme el maquillaje deshecho por las lágrimas, abrazada al libro sin lograr saber qué cuento debía aplicarme... Quizás a mí me faltó eso, que me dijeses "adiós con la mano, muchas, muchas veces".
2 comentarios:
Es curioso que el gesto de hola y el gesto de adios.. sea el mismo. En realidad, es así, las despedidas son también bienvenidas de algo nuevo, ¿no?
Creo que nada de lo que te diga hoy te iba a hacer reir... ¡¡mira el resultado terrible que tuvo mi intento dos noches atrás!!
Así que dejo las palabras.... a cambio, te mando un abrazo...
Hola cousiña..
¿sabe que pasa? que a veces las cosas se dicen porque se han intentado, y con eso a una le llega... Todo es cierto, incluso que es una noche memorable... pero no por la alegría. jeje. Esta gente se ha portao... ¡¡con eso, sobra!!
Luego hablamos!
Besos!!
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